No sos dueño de mis manos,
ni de mi cabeza
ni de algún rincón de mi corazón.
Ojalá todo fuera justo para todos,
y yo supiera que color quiero
y que de ese color fuera mi cielo.
que nadie tuviera hambre y todos tuviésemos paz.
y vos no me quisieras.
Conformarnos es horrible,
pero no me encierres más.
Yo sé que me porto mal. Pero tampoco es para tanto.
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