miércoles, 18 de febrero de 2009

n

Nada queda,
todo está cambiando a un ritmo brutal.
Somos cinco abajo de la mesa,
-cinco no se vallan más-
¡Quédense conmigo!
Si algo más cambia, ¿Qué va a pasar?
Entiendo que no vamos al mismo ritmo,
pero el cambio no es de velocidad.
El cambio es de alma, corazón y mentalidad.
Me voy a llevar todo en mi mochila,
para que nadie lo pueda cambiar.
-Cinco quédense conmigo,
cinco quédense donde están-

No hay comentarios: