martes, 17 de febrero de 2009

es pinas

Vos sabés el día y la hora
a la que va a llamar.
Sabés lo que quiere y lo amás igual.
Que terrible es saber que sos sólo una más.
Otro ladrillo en la pared de su corazón con humedad.
Una noche agitada y quiere otra más,
asique llama devuelta,
y ahí es adonde vas a entregar el paquete.
A darle felicidad.
Como todas las otras pero afuera del bar.
Es una condena,
jamás lo entenderás,
pero el anzuelo en tu piel cicatrizó,
y adonde quiera que valla,
te va a llevar.

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